Y soy fotógrafa documental de bodas en cualquier parte del mundo donde exista una historia que contar a través de mis fotografías y donde vosotros, la espontaneidad y la naturalidad seáis  los protagonistas. Me gusta desayunar despacio, comer pizza, tomar algún vino con mis amigos viendo una puesta de sol y la calma que me produce el mar en cualquier estación del año. Pero también adoro el asfalto de la ciudad y las historias que se esconden y me encuentran en cualquier cambio de esquina. Justo ahí, en los imprevistos, el azar, lo cotidiano y lo fortuito, nace mi trabajo de bodas.

Como fotógrafa documental de bodas y a lo largo de todos estos años, he tenido el privilegio de  trabajar en una variedad de proyectos que abarcan desde sesiones editoriales de moda hasta eventos sociales y retratos personales. Esta diversidad de experiencias me ha permitido desarrollar un enfoque único que combina lo mejor de ambos mundos: la naturalidad y la autenticidad de la vida cotidiana con la elegancia, la sofisticación  y el estilo de la moda editorial y  siempre con el objetivo de recoger todos los momentos emocionales  pasando desapercibida e interviniendo en las distintas escenas lo menos posible.